
Capilla de la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios.
En un año de Gobierno los radicales del Gobierno de Alcorcón (PSOE y Podemos) han tomado varias decisiones que atacan directamente las tradiciones de nuestra ciudad. Hace un par de semanas desmantelaron el Espacio Alfarero, una sala de exposiciones dedicada a la cultura alfarera de Alcorcón. La excusa fue la necesidad de adaptar espacios a las exigencias de atención al público impuestas por el COVID-19.
Después de cerrar el Espacio
Alfarero expulsa a hermandades
y cofradías de sus locales
Al margen de que había otros espacios más apropiados, lo cierto es que con esa decisión acabaron con un centro inaugurado en marzo de 2015 que en estos cinco años ha albergado numerosos encuentros culturales, relacionados con las tradiciones y con la alfarería, seña de la centenaria identidad de Alcorcón. Más de 10.000 personas pasaban por sus instalaciones cada año.
En él se han celebrado más de 50 exposiciones itinerantes han visitado el Espacio Alfarero y de ellas han disfrutado vecinos y visitantes de nuestra ciudad. Las belenistas más importantes de España han acudido cada Navidad mostrando un belén gigante, único en nuestro país. Han expuesto asociaciones de Alcorcón como Alarte y Alcorcón Alfarero. Con motivo del año cervantino en él se organizó la exposición “Cervantes Barro y Papel” a la que acudieron más de 3.000 personas
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Esta misma semana hemos conocido la decisión de la alcaldesa socialista de revocar la cesión de locales municipales a la Hermandades de Nuestra Señora de los Remedios y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza. Ambas instituciones locales, que cuentan con más de mil miembros, son especial queridas y admiradas por los vecinos de la ciudad. Su compromiso con la cultura y los valores tradicionales han merecido desde hace décadas el respeto de los vecinos y el reconocimiento de la Corporación Municipal.
Con estas decisiones, el Gobierno socialcomunista muestra su desprecio por la cultura y el arte de Alcorcón, y ataca el corazón mismo de las tradiciones de nuestra ciudad.