Dice la propaganda oficial, la que pagamos tú y yo con nuestros impuestos, que de esta crisis sanitaria “Salimos más Fuertes”. Pero en Alcorcón no.
No. Porque donde limpiaban ahora limpian menos. Y donde no limpiaban siguen sin limpiar.
No, Porque los okupas siguen en su okupaciones. Y donde no okupaban están entrando a okupar.
No. Porque ahora se cometen en nuestra ciudad delitos que hace tiempo que teníamos olvidados.
No, Porque los botellones se han reproducido y aumentado. Y nadie lo había previsto y nadie lo ha evitado.
No. Porque los controles de alcoholemia, que no se han incrementado, registran muchas más denuncias. Porque la gente es así. Y nadie lo había previsto. Nadie lo ha evitado.
No. Porque la relación institucional entre el Gobierno municipal y los vecinos está ausente. Y lo ha estado durante todas estas semanas de confinamiento.
No. Porque la alcaldesa ha actuado de modo dictatorial, ha decidido sin consultar y sin dar cuentas. Y eso ha debilitado nuestras instituciones y, por tanto, nuestra democracia.
No. Porque se han gastado el dinero para afrontar la pandemia en cosas que nada tenían que ver. En ordenadores, en smartphones, en tabletas, en cosas para las piscinas.
No. Porque no han querido repartir mascarillas. Ni hacer tests a los trabajadores esenciales.
No. Porque no han querido, ni quieren, preparar un plan de reconstrucción para nuestros autónomos, para nuestras pequeñas empresas, para rescatar a quienes han perdido el empleo o están en un ERTE que todavía no han cobrado.
No. Porque anuncian a bombo y platillo planes de movilidad que no funcionan. Cortes de calles y peatonalizaciones que convierten la ciudad en un calvario y en un riesgo permanente.
No. Porque no saben. No quieren. Y no pueden.
Alcorcón no sale mas fuerte. Sale mucho más debilitada. Nuestra ciudad está mucho peor de lo que podíamos esperar de un Gobierno socialcomunista.
La pandemia nos ha hecho más débiles.