Las calle y los balcones del Parque de Lisboa de Alcorcón se han convertido durante los últimos días en el epicentro de la resistencia al Gobierno de la nación, y también del Gobierno de la ciudad, en manos de PSOE y Podemos; por su desastrosa gestión de la pandemia del covid-19. Los vecinos de este barrio emblemático se han unido a los de tantas otras ciudades de España para hacer oír su voz, y sus cacerolas, contra Pedro Sánchez y, en su caso, Natalia de Andrés.
Cada vez más gente se une cada tarde a la protesta y buena prueba de ello son las imágenes de los vídeos que acompaña esta información. La gente del Parque de Lisboa está harta y manifiesta así, de manera pacífica y respetando en todo momento las distancias en la calle, su profundo descontento. Su indignación, por otro lado, se va extendiendo también a otras zonas de la ciudad.
A la protesta contra Sánchez
los vecinos de Alcorcón unen
su rechazo a Natalia de Andrés
Alcorcón, con 170.000 habitantes, se ha revelado así como uno de los grandes focos de protesta contra la gestión del gobierno durante la pandemia. Es una de las grandes ciudades madrileñas y españolas, y que no puede considerarse “un pueblo rico”, sino más bien de clase trabajadora, si bien ha experimentado una notable mejora tras los 8 años de gobierno del ex alcalde David Pérez (PP), que saneó las ruinosas cuentas legadas por el PSOE, recuperó los 7.000 empleos destruidos y atrajo numerosas inversiones que pusieron al municipio al frente del crecimiento de todo el sur metropolitano.
¿Las razones? Según apuntan algunos vecinos, “la clave es que aquí hay una doble indignación: contra el gobierno del PSOE y Podemos de la Nación, y contra el gobierno de los mismos partidos en el Ayuntamiento, que ha estado ausente durante la pandemia, que se ha gastado un dineral en comprarse ordenadores aprovechando la situación y negándose a comprar mascarillas para la gente”. La portavoz del Grupo Popular en la localidad, Ana Gómez, precisa que “con cada móvil o tableta de los cientos comprados podrían haber adquirido 1.000 mascarillas, aunque fuera para los trabajadores o para los niños”.
Desde la izquierda, como ha ocurrido en el barrio de Salamanca de Madrid y en tantos otros sitios, ha aprovechado para insultar a estos vecinos o al menos intentar menospreciarles con los habituales calificativos de “fachas” y “ricos”. No pueden soportar que quienes no piensan como ellos manifiesten su disgusto del mismo modo que ellos lo hacen.
Pero Alcorcón no es el barrio de Salamanca. “Aquí no somos los cayetanos, somos trabajadores hartos de tanta mentira y de tanto abuso, esta es la cacerolada alfarera”, señala otra vecina, en alusión a la tradición industrial local, que también se utiliza para designar al legendario equipo de fútbol de la ciudad, el ADA.
Sea como sea, cada tarde es mayor el estruendo de las cacerolas en Alcorcón, siendo la Plaza de los Príncipes de España, en el barrio del Parque de Lisboa, su principal epicentro, si bien otros barrios como San José de Valderas, Ondarreta o Los Castillos, no le andan a la zaga.